Dorantes & Renaud García-Fons. |
Las calles de Madrid reflejan el color opaco con el que se va tiñendo la tarde, recuerdan con su lustre seco y negro el desastre que viven en Valencia, parte de Andalucía y Castilla – La Mancha (lo peor, sin duda, se lo han llevado en Valencia aunque los muertos son iguales en todos los sitios). Camino hacia el Auditorio Nacional de Música pensando en el sufrimiento que viven allí. De camino, un grupo de cinco chicas y chicos cargan el coche. Escobas, garrafas de agua, botas altas de plástico. Menuda lección nos está dando esta generación de jóvenes. De cristal no parecen, la verdad. Me emociona saber que, en ese mismo instante, cientos de jóvenes van a viajar para echar un cable. Y el planeta sigue girando.
Dentro del ciclo ‘Fronteras’ el Centro
Nacional de Difusión Musical (CNDM) ha programado, para alegría de todos los
aficionados al jazz y al flamenco, el concierto ‘Paseo a dos’ de Dorantes &
Renaud García-Fons, dos músicos experimentados, virtuosos con sus instrumentos,
de esos que según pisan el escenario dejan bien clarito que son músicos de los
de verdad, que lo son desde antes de nacer.
David Peña Dorantes, sobrino de ‘El Lebrijano’ y nieto de ‘La Perrata’, lleva el flamenco grabado en el ADN. Y es capaz de dejar intactos con su música los aromas flamencos, toda su esencia, al unirlo a un jazz tan clásico como elegante. Renaud García-Fons domina su instrumento y es capaz de arrancar sonidos a su contrabajo de cinco cuerdas que termina sonando como diversos instrumentos. Con el arco espléndido, digitando rapidísimo y contundente. También lo hace Dorantes con su piano. Tan pronto los dos instrumentos se convertían en cajas de percusión como en guitarras españolas o en un violín. Un despliegue atractivo, evocador y hondo; un diálogo entre piano y contrabajo precioso.
Durante el concierto, se interpretaron
los temas de ‘Paseo a dos’, un trabajo que merece la pena escuchar. Rondeñas, Garrotín y Livianas (precioso el tema ‘Mar
y Rayo’) o la Soleá (‘El crisol de la noche’ es espléndido y de lo mejor del
concierto), entre otros palos. Porque este trabajo es un recorrido, un paseo,
entre los palos del flamenco.
Si el jazz se porta de maravilla
al fusionarse con otras músicas, en el caso del flamenco eso se multiplica y el
resultado resulta delicioso. De la mano de Dorantes y García-Fons un tesoro. El
compás exacto y el swing perfecto.
Las ovaciones fueron varias. Y el personal no escatimó un solo aplauso hasta arrancar un par de temas de propina a los músicos. Aun sin ser rácano con los aplausos, el público que asiste a los diferentes ciclos en el Auditorio Nacional, no los regala; y eso hace mucho más importante las ovaciones que se llevan los dos músicos.
Otro acierto en la programación
del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM). ‘Fronteras’ no es el más
popular de los ciclos aunque sí es garantía de calidad, emociones y música de muchos quilates.
G. Ramírez