Gabriel Ramírez
Nací en Toledo un 29 de febrero. Y eso marca el carácter
porque para un niño no es fácil ser de provincias (viviendo en Madrid desde muy
pronto) o no tener cumpleaños como todo el mundo. El resto que puedo contar
sobre mí es irrelevante, anodino y prescindible. Podría hablar horas sobre mi
mujer o mis hijos, podría sentarme durante un buen rato con un amigo para
charlar sobre la obra de un novelista o sobre una ópera de Verdi, podría
comentar miles de poemas que me han dejado grogui al leerlos. Sin embargo,
hablar de mí se me hace bola. Me aburre de lo lindo.
Hablemos de todo lo demás, de lo que interesa, de lo que nos
puede salvar la vida en los malos momentos, de lo esencial, de lo que quedará
aquí cuando ya no estemos. De jazz, de ópera, de teatro o de un cuadro que nos
apabulla si lo pensamos.
Hablemos. De todo menos de mí.