¿Quién se cree la pareja formada por el tipo que se hace llamar Finito y la joven Ivana? Claro, ni usted ni nadie. Y es que cuando un adefesio se junta con alguien que necesita facturar para sobrevivir todo apesta a trampa; y es que un elemento que ventosea (esta es una forma más formal de recordar el pedo que se tiró el prenda hace unos días) para parecer gracioso o transgresor (es evidente que sólo parece un guarro y un canalla) no pega ni con cola con una mujer que parece sensata y que acumula algo más de inteligencia que el otro.

GH Dúo se ha convertido en un tostón de cuidado. Lo único relevante es si la pareja de palo va a conseguir cumplir un par de meses, si Marta López ha engordado unos quilos o si va a terminar atizando un sartenazo a un tipo que se llama Efrén, si una tal Lucía es capaz de gritar más fuerte todavía o si el que fue su novio es capaz de pensar un poquito en algo que no sea él mismo. Un tostón de los grandes.

¿Por qué los concursantes que tenemos que soportar últimamente son tan casposos y tan cutres? ¿Por qué llevan a la televisión a personas que no son capaces de armar una frase correctamente ni una sola vez al día? ¿Por qué? Qué pena más grande.

Quedan unos minutos para que Ana María Aldón salga desfilando de la casa de GH Dúo. Y faltan unos minutos para que Ivana e Finito se queden dentro de la casa hasta el domingo como repescados o cualquier otra cosa. Dan juego y eso no se puede desperdiciar. Ganaré la porra.

Y faltan unos minutos para que el que escribe se meta en el sobre. 

Nirek Sabal