La canción preferida de... Helena García

by - marzo 01, 2024

 


¿Os acordáis de los CDs de mezclas que grabábamos de adolescentes? Bueno, a algunos esto os parecerá algo de una galaxia muy lejana y sonreiréis, otros tendréis que leer la frase tres veces y quizás os acordaréis, y a otros probablemente os suene a marciano y lo buscaréis.  En la pantalla del móvil, os aparecerá  aquella circunferencia plana similar a las 25 pesetas, perdón, a un donut y quizá os deje más confundidos todavía.

Lo explico, para los que no lo sabéis.  El CD de mezclas contenía tus canciones favoritas, pasabas horas descargando, seleccionando, ajustando el orden, para grabar en aquel circulo tus 15 - 20  artistas preferidos; sí, teníamos que elegir. Cada canción tenía que ser especial en el momento de crear el CD: era esa fiesta o aquel viaje con amigas, ese beso, el vestido nuevo con el que bailaste enfrente del espejo, la primera gran ruptura… Era un mensaje a veces encriptado o a veces no tanto para quien lo recibía o como dicen los anglosajones a ‘trip down to memory lane’ para uno mismo.

Ahora que ya lo he explicado, ahí va una canción de mi CD:

La brisa de verano hace bailar las monedas de mi bolsillo, recordando el café que, entonces, no nos podíamos permitir, y que tras aquella noche que terminaba solo un par de horas antes, tanta falta nos hacía.

Los barcos, durante meses vacíos, llenan los canales, y si escuchas bien puedes oír la orquesta de botellas de champán mientras se abren acompañados de aplausos y risas. 

Las bicicletas atraviesan el parque, esta vez sin prisa,  al ritmo del tintineo del contenido de  las bolsas para celebrar este día que invita a ponerse, por fin, esa falda y ese crop top de rayas que tanto me gusta.

Cojo sus gafas de sol, lleno de humo mis pulmones mientras mi cuerpo se funde con el césped y SOJA nos da un concierto privado a través de la pantalla rota de su móvil.  Cierro los ojos y siento como dos hormigas me recorren las piernas, están muy blancas, tanto que me recuerdan el tiempo que llevo lejos de mi Mediterráneo y que es hora de volver y despedirse de esta utopía llena de tulipanes.  Dejo que el humo recorra mi mente una vez más y esa sensación tan familiar disipe a  la señora realidad que lentamente se está haciendo un hueco y esta vez es para quedarse.

Apoyo la cabeza sobre sus piernas y le pregunto What are we doing today? , porque él es de los de por ahí  arriba, me mira y por primera vez esas tres palabras salen de su boca y le beso. Me encanta cuando sus besos saben a humo, me recuerdan a la noche anterior, a cómo se nos aceleraba el cuerpo, a cómo la música nos impide movernos de la pista, a el dolor de los pies cuando encienden las luces de la discoteca, al olor de su chaqueta que me pasa por los hombros de vuelta a su cama.

Todavía no estoy muy segura de por qué, pero sé que este  beso al ritmo de SOJA es para el CD. En ese parque, enfrente de ese canal, bajo el sol que se siente tan distinto al de casa. Las horas largas tras la pantalla no existen todavía, las facturas son de dos dígitos, no hay proyectos, ni evaluaciones, ni ascensos, no hay prisa ni hay planes…  It’s just you and me, el humo y los tulipanes.

Helena García

 

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