Andrea Motis, su ‘Temblor’ y un bebé

by - marzo 11, 2024

 

Andrea Motis durante el concierto en el Auditorio Nacional de Madrid. / © Rafa Martín 

El pasado 9 de marzo, dentro del programa 'Jazz en el Auditorio' del Centro Nacional de Difusión Musical, Andrea Motis presentó su nuevo trabajo ‘Temblor’, un conjunto de canciones que forman un todo lleno de magia; un conjunto de canciones (muchas de ellas compuestas por ella misma) cantadas en catalán, castellano, inglés, alemán y portugués; un conjunto de canciones que terminan generando un ambiente mágico, reposado, entrañable allí donde suenan. Y un conjunto de canciones que terminará conociendo el hijo de Andrea Motis a la perfección, un bebé al que pudimos escuchar un par de veces durante el concierto (se portó muy bien y aportó ese toque único que tienen las cosas en las que los niños están presentes). Deberíamos llevar a los niños (incluidos a los bebés) a escuchar música en directo.

Andrea Motis tiene un timbre de voz muy agradable aunque, todo hay que decirlo, esa voz es pequeña. Eso no es bueno ni malo (a algunas cantantes de ópera también les ocurre), pero puede causar algún problema que otro. Por ejemplo, si la dicción no está muy trabajada, las letras de las canciones no llegan al público con claridad y se pierde algo de intensidad en la interacción con la cantante (‘La Pajita’, es una canción soportada por un precioso poema de Gabriela Mistral que podría quedar inédita por esta razón; y es una pena porque Andrea Motis la trata con enorme delicadeza y talento). Andrea Motis afina bien (salvo un par de pequeños momentos sin importancia) y en los tonos medios se defiende con solvencia. El problema es el viaje a los agudos o a los graves. Ella lo evita y se queda en esa zona media más cómoda con lo que nos perdemos algún matiz que podría resultar muy interesante. Pero es lo que tiene estar creciendo en esto de la música y Motis está haciéndolo a pasos agigantados.

Andrea Motis y Zé Luis Nascimento. / © Rafa Martín 

Dicho esto, quiero aclarar que resulta muy agradable escuchar cantar a Andrea Motis. Mucho. Aunque es infinitamente más atractivo escuchar cómo toca la trompeta. Bien con la partitura y bien improvisando; bien leyendo la música para traducirla a emociones que todos hacemos nuestras. Y si esta artista se acompaña de dos músicos de la calidad del violinista Christoph Mallinger (pareja de Motis desde hace tiempo) y del percusionista Zé Luis Nascimento, cada concierto de este trío se convierte en algo importante. Y es Mallinger con los instrumentos de cuerda hace magia y Zé Luis Nascimento construye un monumento a la percusión (durante el concierto parece que todos los ritmos que utiliza son nuevos en este mundo aunque no lo son de ninguna de las maneras; y arrastra al espectador hasta esa música ancestral africana que es la raíz del jazz).

Mallinger, Andrea Motis y Nascimento. / © Rafa Martín 

‘Temblor’ va a funcionar muy bien en formatos reducidos dado que se trata de ‘música de regazo’. Acogedora, tranquila, suave. Improvisación, una revisión de distintas músicas  y tradiciones (latina, anglosajona y mediterránea), buen jazz como hilo conductor y esa marca que Andrea Motis añade en cada compas tan suya, tan personal.

Escuchamos buena música y a un bebé; y esa mezcla no podía fallar porque nos recordaba que estamos en este mundo que solo se puede explicar gracias al arte, a la fantasía, a la ficción y a la mirada de los que se esfuerzan en traducir lo cotidiano al lenguaje más universal que se conoce, la música.

G. Ramírez

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